A
mí se me había olvidado contarles que la semana pasada salí con una
jeva, pero antes de siquiera saber para donde llevarla le pregunte a un
pana de conocimientos vastos si me daba alguna recomendación, algún
sitio tranquilo para unos tragos y comer algo bueno! Luego de
recomendarme varios, los cuales le descartaba en tiempo real entonces se
le ocurrió la brillante idea de mandarme para La Scogliera del Pirata
uhmmm su nombre despertó inmediatamente la curiosidad en mí, pensé de
una vez en Jack Sparrow sirviéndome el mejor de los vinos e
inmediatamente asentí con la cabeza a pesar de que nuestra comunicación
era plenamente por WhatsApp. "voy para allá" decía un Popin excitado.
La Scogliera del pirata es un restaurante Italiano ubicado en las orillas del mar caribe, ofrece un ambiente relax, a pesar de que hay que pasar por todas las cabañas antes de llegar y la jeva se puede poner moca mocaaa moquisimaaa, el sitio es muy acogedor, música ambiental, privado, romanticón, excelente para pasar una velada agradable, llegamos al sitio e inmediatamente sentí esa tranquilidad en el aire de que no había ni un carajito bulloso por un radio de 400 mts a la redonda, mientras mi subconsciente agradecía enormemente la buena recomendación que se me había dado, en el lugar hay pequeñas chozas en cana con baja luz y nos rodea una hermosa área verde con vegetación de estilo tropical, pero estaban todas llenas, nos quedamos en una mesa en el lobby mientras se desocupaba alguna, así sucedió, a los pocos minutos llego un enano calvo, sonriente y con corbatín negro y nos invitó a pasar, pedí un vinito tinto reserva (privando en vainita) a pesar de que hacia un maldito calor del diablo.
Entre platicas y risas avanzaba la noche pero en una me fijo discretamente que en el techo de la choza hay dos lagartijas de las blancas más feas que el culo, caminando de arriba hacia abajo como desorientadas, parece que también tenían su cita, en eso yo me quedo tranquilo no dije nada no vaya ser cosa que esta mujer de un brinco que caiga en el mar caribe, entonces vino el momento de comer y pedimos dos platos fuertes, unas pastas y un excelente risotto de hongo porcino, buenísimos, después de degustar esas delicias parece que la jeva no se aguantó y me dijo: “mira y esos lagartos encima de nosotros” (con su cara de tragedia), y yo OHHHHHHHHHH y eso? (haciéndome el loco) mantuve mi calma, la relaje diciendole que como estamos rodeados de plantas es algo normal, ella se olvidó de eso, el vino al parecer hacia su trabajo hasta que los lagartos se habían ido, todo seguía normal pero sucedió algo realmente inesperado, algo digno de las historietas del Pops, algo que hizo que yo escribiera.
En mi hombro izq como si se tratase de un crucero porta aviones hizo su aterrizaje perfecto el insecto más odiado por el ser humano, sin más preámbulos sobre mi hombro aterrizo la temible y veras, la que hace que un heterosexual brinque como una niña, ya saben de quien escribo? Se me poso una cucaracha en el hombro, grande y elegante mientras me llevaba la copa de vino a la boca, mantuve una calma divina, ni los Dioses que acompañan a ZEUS se comportaban como tal, gire mi cabeza levemente, identifique rápidamente el visitante que había llegado y con un movimiento rectilíneo uniforme puse la copa en la mesa sin perder el hilo de la conversación y gracias a Dios llevaba puesta una camisa de azul oscuro ayudando el camuflaje, con la misma mano derecha le di una sacudida, fui rápido como Superman pero era inevitable que la jeva no se diera cuenta, me pregunto “que fue eso”? y seriecito y tranquilo le dije, “noooo, una rama o paja que me cayó de esta choza”, ella dique se lo creyó o por lo menos me vendió ese sueño y justo cuando estaba al punto de superar esta crisis la ley de Murphy hizo su aparición; cabe destacar que la ley dice; “si algo puede salir mal, sale mal” OHHHHH BILLY y la maldita cucaracha no fue a parar en una de las columnas de la choza justo la que me quedaba a mi espalda y por ahí mismo subió ella triunfante, TODA ELLA, como si modelara en una de las pasarelas VERSACE en Milán, a lo mejor pensando, “ NO dejaste que me vieran, ahora subo por aquí ” jajajaja para que les cuento el correr corre que se armó allí…
Todavia se esta corriendo...
Solo a mí.
Pasen buenas.
La Scogliera del pirata es un restaurante Italiano ubicado en las orillas del mar caribe, ofrece un ambiente relax, a pesar de que hay que pasar por todas las cabañas antes de llegar y la jeva se puede poner moca mocaaa moquisimaaa, el sitio es muy acogedor, música ambiental, privado, romanticón, excelente para pasar una velada agradable, llegamos al sitio e inmediatamente sentí esa tranquilidad en el aire de que no había ni un carajito bulloso por un radio de 400 mts a la redonda, mientras mi subconsciente agradecía enormemente la buena recomendación que se me había dado, en el lugar hay pequeñas chozas en cana con baja luz y nos rodea una hermosa área verde con vegetación de estilo tropical, pero estaban todas llenas, nos quedamos en una mesa en el lobby mientras se desocupaba alguna, así sucedió, a los pocos minutos llego un enano calvo, sonriente y con corbatín negro y nos invitó a pasar, pedí un vinito tinto reserva (privando en vainita) a pesar de que hacia un maldito calor del diablo.
Entre platicas y risas avanzaba la noche pero en una me fijo discretamente que en el techo de la choza hay dos lagartijas de las blancas más feas que el culo, caminando de arriba hacia abajo como desorientadas, parece que también tenían su cita, en eso yo me quedo tranquilo no dije nada no vaya ser cosa que esta mujer de un brinco que caiga en el mar caribe, entonces vino el momento de comer y pedimos dos platos fuertes, unas pastas y un excelente risotto de hongo porcino, buenísimos, después de degustar esas delicias parece que la jeva no se aguantó y me dijo: “mira y esos lagartos encima de nosotros” (con su cara de tragedia), y yo OHHHHHHHHHH y eso? (haciéndome el loco) mantuve mi calma, la relaje diciendole que como estamos rodeados de plantas es algo normal, ella se olvidó de eso, el vino al parecer hacia su trabajo hasta que los lagartos se habían ido, todo seguía normal pero sucedió algo realmente inesperado, algo digno de las historietas del Pops, algo que hizo que yo escribiera.
En mi hombro izq como si se tratase de un crucero porta aviones hizo su aterrizaje perfecto el insecto más odiado por el ser humano, sin más preámbulos sobre mi hombro aterrizo la temible y veras, la que hace que un heterosexual brinque como una niña, ya saben de quien escribo? Se me poso una cucaracha en el hombro, grande y elegante mientras me llevaba la copa de vino a la boca, mantuve una calma divina, ni los Dioses que acompañan a ZEUS se comportaban como tal, gire mi cabeza levemente, identifique rápidamente el visitante que había llegado y con un movimiento rectilíneo uniforme puse la copa en la mesa sin perder el hilo de la conversación y gracias a Dios llevaba puesta una camisa de azul oscuro ayudando el camuflaje, con la misma mano derecha le di una sacudida, fui rápido como Superman pero era inevitable que la jeva no se diera cuenta, me pregunto “que fue eso”? y seriecito y tranquilo le dije, “noooo, una rama o paja que me cayó de esta choza”, ella dique se lo creyó o por lo menos me vendió ese sueño y justo cuando estaba al punto de superar esta crisis la ley de Murphy hizo su aparición; cabe destacar que la ley dice; “si algo puede salir mal, sale mal” OHHHHH BILLY y la maldita cucaracha no fue a parar en una de las columnas de la choza justo la que me quedaba a mi espalda y por ahí mismo subió ella triunfante, TODA ELLA, como si modelara en una de las pasarelas VERSACE en Milán, a lo mejor pensando, “ NO dejaste que me vieran, ahora subo por aquí ” jajajaja para que les cuento el correr corre que se armó allí…
Todavia se esta corriendo...
Solo a mí.
Pasen buenas.