jueves, febrero 14

Morir en el olvido



En los años 70 y 80, está grave. Sus horas en este sainete desafortunado de risas y odios, está cerca. Siete años de un largo y tortuoso cancer de próstata, imbatible y sediento de malos momentos para su familia y para él, sobre todo.
Siete años de ausencia de sus viejos amigos de generación periodística. Nadie ha venido a verlo. Me pregunta por todos y todos a la una, como los Tres Mosqueteros, no son ni han han sido capaces de por lo menos , una llamada telefónica. Las prisas de este tráfago vital en busca del pan para comer, es la justificación mayor. Si mi abuela viviera, estuviera viva. O lo que es lo mismo ¿a mi que me importa?.
Fermin, el Ingenioso Caballero de Moca, se muere en mis brazos, lenta, inexorable y sin prisas........Mi más admirado cantante de boleros a lo Pirela o Monroig. Degustador de bohemias en el Bar Roxys en los tiempos cuando el Conde no era un arrabal de cueros, chulos de mala muerte y mendigos. Habitué del Vizcaya de los 60s, cuando se podía tener una conversación y no morir en el intento. Amante de la vida sin muecas ni sombras. Buen hombre, como el.



Escrito por Jose Arias.

1 comentario:

Ing.Victor Ml.Sanz dijo...

Jose lamento mucho la partida de tu papá.Mi mas sentido pesame a Ana y a la Niña (Aurorita),aunque no nos veamos con frecuencia,el cariño y los recuerdos de infancia en la Dr.Tejada Florentino cuando eramos vecinos se mantienen intactos.Victor,Nury Victoria y yo estamos con ustedes en tan dificil momento.

Mey