Un hombre mayor, italiano que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse. Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombre dijo:
- “Padre… Durante la Segunda Guerra Mundial, una mujer bonita golpeó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi casa. “
- Lo que has hecho es algo maravilloso, hijo -contestó el sacerdote- No tienes la necesidad de confesar eso.
-”No Padre, es que ella empezó a agradecerme con ‘favores sexuales’. Estando en gran peligro y bajo esas circunstancias, dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. “
- Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado de hecho.
- “Gracias, Padre. Ésa es una gran carga que le saca a mi alma. Pero tengo una duda más.”
- ¿Y cuál es, hijo?
- “¿Cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?”
3 comentarios:
HAHAHAHHAHHAHAHAH te pasaaaaaaaaateeee hahahhaha que risaaaa :P ta buenaso ese hahahhaa
alto la accion
JAJAJAJAJJAJAJA :D
muy buenaaa ;)!!!
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