Vainas de nosotro los Dominicanos

1)El Dominicano goza cruzando el semáforo en rojo mientras conduce un vehículo.
2) Al Dominicano le gusta "resolver por la izquierda", aunque lo pueda hacer legal.
3) El Dominicano se siente en el derecho de hacer una fiesta en su apartamento y disparar su equipo de sonido a todo volumen, sin importar que el escándalo no deje dormir a sus vecinos.
4) El Dominicano, en muchos casos y en cualquier actividad siente y está convencido de que está recibiendo mucho, pero siempre quiere más.
5) Al Dominicano le encanta que le den.
6) El Dominicano es ñoño con el macuteo.
7) El Dominicano, aunque le estén vendiendo un reloj original, de marca reconocida, a buen precio, prefiere comprarlo carabelita, falsificado; no importa que se le dañe a los pocos días.
8) El Dominicano puede andar en vía contraria, pero lo hace convencido que el que está faltando es el que viene de frente hacia él.
9) El Dominicano se siente en el derecho de, en una calle estrecha, ponerse a hablar desde su vehículo con otro conductor de vehículo amigo que se encontró en el camino, no importa que haga un tapón. Y cuando le tocan bocina para que adelante estalla con un "¡¡¿Que vaina e'...?!!".
10) El Dominicano sabe que, en la fila, Usted va delante, pero si se descuida... le roba el turno (no es que tenga urgencia ni necesidad de ello; es que algo lo impulsa a pasarle por encima).
11) El Dominicano no se sonroja con eso de pasar por tres, cuatro y hasta cinco organismos del Gobierno a recoger igual cantidad de cheques sin trabajar, sin dar un golpe, sin mover un dedo.
12) El Dominicano (la mayoría) está en los partidos políticos sólo "para que me den lo mío". Ahí no hay nada de bienestar y progreso del país, de preocupación de sociedad, etc. Lo que quieren es que le busquen lo de ellos.
13) El Dominicano puede conseguir trabajo, pero prefiere seguir sin empleo, porque entiende consigue más así, desempleado.
14) El Dominicano ama su tierra, su país, pero si llega al Gobierno, seducido por la corrupción, arrasa con él desde la administración pública.Los dominicanos, indudablemente, estamos hechos de un material extraño.